Necesitaba un cabecero para la cama de mi hijo y acerté con la elección: es de tela, del grosor adecuado y del tamaño justo, ahora hubiera elegido uno mayor para que sobresaliera un poco de los lados. Lo he puesto a la altura deseada para que el colchón no roce la pared y para que no me impida para limpiar por debajo de la cama. Llegada antes de lo previsto, seguimiento por parte de la empresa antes, durante y posteriormente para asegurarse de que todo esté bien. Un diez.
